RESICION LIBERACION

No soy ni la coca cola

y no soy la pepsi

no soy ni esto ni lo otro

solo quiero mi tranquilidad

y mi bien personal

no tener influencias

solo que me dejen crear

el silencio me guía

y siento en el un cantar

el frío me domina

y mis pies quieren bailar

veo la belleza en las cosas

mi estómago me pide hablar

un día mas de hambres

es el que me hace suspirar

y en las calles de Buenos Aires

una parrilla siempre en el molar

No pienso vivir en una mediagua

ni tampoco ser taxista

eso de solo ser artista

ARLEQUIN EN VIAJE del don del bien y la apariencia

Por lo general cuando uno se presenta; es el nombre el que habla de uno, maneras apariencias; relaciones a veces engañan y  el no saber en que parte del mundo te encuentras, la educación se lleva en proceder; sin saber, esta decisión; de ser; el educar, también al ser; los procederes; el volumen de  voz; al hablar de educación me refiero a identificación, la misma que nos enseña a situarnos, comportarnos sin dobles estandares y en una linealización el cual puede ser consciente, inconsciente o voluntario según  la decisión propia del individuo la sonrisa siempre a la vista habla de una paz, una paz que podemos lograr interiormente y también proyectara; una buena respuesta a una tensión con un buen tono sonriente proyecta el como queremos proceder ante distintas situaciones; la franqueza es siempre apreciada en todo el mundo a través de los textos y el idioma; la imagen proyectada en códigos en el mundo actual es solo manjar de dioses; la delicadeza de la misma refleja el idioma interno; el orden interior, se refleja a través del exterior, y la misma paz a través del orden, es este orden el que a su vez se apodera de tu proyección; la mejor forma de alagar al otro es expresando el orden a través de la imagen. Si no es así el mismo refleja un desorden interior, dicen que los artistas en este caso los arquitectos somos los descubridores de ciertas grietas, sociales culturales, psicológicas o también energéticas.